jueves, 30 de julio de 2015

Adiós Abuela

Doña Dolores Prieto Zamora nació en el Arenal, en una casa donde, como ella contaba, caían las orejas de La Maestranza. ¿se podía ser más sevillana?

 

Fue costurera, esposa, madre, abuela y bisabuela. Vivió con alegría cada día. Nos hizo disfrutar de su humor, sus anécdotas y sabiduría, sin un mal gesto ni una mala palabra.

 

Devota de la Carretería, Santa Ángela y la Divina Pastora de Capuchinos.

 

Derrochaba amor y cariño infinitos, exigía besos miles en la cara, en ambos lados, y millones más que lanzaba a distancia con la mano.

 

Vivió con tranquilidad excepto cuando caminaba o subía unas escaleras, en que a todos nos dejaba atrás asfixiados.

 

En su casa los retratos de su familia inundaban las estanterías.

 

Nos enriqueció con una forma de hablar que ya no se escucha: colores grana, gustos sabrosos, coplillas, estoy reinando en algo…

 

Nos enseñó lo que decía un abanico y la vida misma.

 

Acompañaba a sus nietos en la siesta agarrándolos de la mano, esa mano suave que jamás olvidaremos.

 

Gracias Dios por dejarnos disfrutar de ella tantos años

 

Gracias Dios por no hacerla sufrir apenas.


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